miércoles, 5 de noviembre de 2008

Tareas

debería
terminar de leer esa brevísima obra de teatro
terminar de corregir esos larguísimos textos
terminar de armar un cuestionario
adelantar trabajo de la semana próxima
que-viene-peor-que-esta
echarle una limpiadita a mi casa

debería

dejar el mate y cocinar algo medianamente nutritivo
dejar de mirar por la ventana el cielo el sol las ramas
tan verde brillante de esos árboles
las terrazas enceradas de brea y chimeneas
o sogas que serpentean ropa mojada,
o a mi perra y su feliz contemplación de la vida

me veo pasar me veo pasar me veo pasar
por blogs por páginas por mails
por un ojo de culebra y una Lila Downs
por otros tiempos espacios
saltar de una página a otra
de myspace y su reggae
te espío te espío te espío
otra vez
busco una huella
que me devuelva
una cara una voz
acaso algo
que los teléfonos
transoceánicos
no saben
no sabés
no sé
y

(Nosotros no sabemos nada
La desorientación de mi generación tiene su explicación en la dirección de nuestra educación, cuya idealización de la acción, era -­sin discusión!- una mistificación, en contradicción con nuestra propensión a la meditación, a la contemplación y a la masturbación. (Gutural, lo más guturalmente que se pueda).
Creo que creo en lo que creo que no creo.
Y creo que no creo en lo que creo que creo
Girondo dixit)

y

una vez más
sé que no hago lo que debería hacer
sé que no estoy donde debería estar

martes, 4 de noviembre de 2008

Más citas

Visto y considerando que en los últimos tiempos no escribo demasiado (pero por suerte sí leo y hago esas otras cosasproductivasyplacenterasquemuchasvecesmehacenfeliz), siguen las citas. Esta vez no de músicas sino de literatura, y con uno de mis preferidos de todos los tiempos.

Mateo, XXV, 30

Estrellas, pan, bibliotecas orientales y occidentales,
naipes, tableros de ajedrez, galerías, claraboyas y sótanos,
un cuerpo humano para andar por la tierra,
uñas que crecen en la noche, en la muerte,
sombra que olvida, atareados espejos que multiplican,
declives de la música, la más dócil de las formas del tiempo,
fronteras del Brasil y del Uruguay, caballos y mañanas,
una pesa de bronce y un ejemplar de la Saga de Grettir,
álgebra y fuego, la carga de Junín en tu sangre,
días más populosos que Balzac, el olor de la madreselva,
amor y víspera de amor y recuerdos intolerables,
el sueño como un tesoro enterrado, el dadivoso azar
y la memoria, que el hombre no mira sin vértigo,
todo eso te fue dado, y también
el antiguo alimento de los héroes: la falsía, la derrota, la humillación.
En vano te hemos prodigado el océano,
en vano el sol, que vieron los maravillados ojos de Whitman;
has gastado los años y te han gastado,
y todavía no has escrito el poema.

Jorge Luis Borges

martes, 14 de octubre de 2008

Quién fuera

Ayer, no sé por qué, regresó de pronto a mí esta bellísima canción de Silvio Rodríguez que supo estar en mi top five personal de temas-Silvio allá por los '90. ¿Por qué me llena de una profunda emoción escucharla todavía? No lo sé. La belleza es inexplicable.
"Estoy buscando una palabra/ en el umbral de tu misterio".


"Estoy buscando melodía /para tener cómo llamarte/quién fuera ruiseñor/ quién fuera Lennon y McCartney/ Sindo Garay, Violeta, Chico Buarque/ quién fuera tu trovador."

sábado, 4 de octubre de 2008

Silencios

(agradezco a M. el hallazgo de una frase en una noche fría)

los sonidos
se descuelgan
con tristeza con desgano con antifaces
convocan monosílabos
acarician nombres

ningún mensaje nuevo
se recitan
en eco en vaivenes en un loop al infinito
voces metálicas

bandejas de entrada
al desamparo al desconsuelo a la desesperanza

y este juego de teléfonos descompuestos
y esta caída de mensajes rebotados
y esta lluvia de señales equivocadas
inequívocamente sentencian


nada peor que el silencio electrónico

sábado, 13 de septiembre de 2008

Argumentos para un (¿dos? ¿tres?) cuento(s)

I.
Una mujer sueña que es una mujer perseguida. El sueño repite siempre la misma estructura, que sería básicamente esta: hecho cotidiano en la vida de esa mujer (viaje en micro, llegada a su casa, etc.) que se ve interrumpido por policías o militares que la asedian. Al darse cuenta de su situación, la mujer experimenta un miedo jamás conocido por ella en la vigilia. Entonces empieza la huida, que en algunos casos no se concreta (en el caso del sueño del micro, por ejemplo, porque es dentro de él donde nota que hay cámaras que los vigilan, y que el camino por el que los llevan no es el de los demás micros, pero nadie le hace caso cuando lo advierte). En otros sí, logra huir y hasta despedirse de sus hijos (en el sueño tiene tres) pero la atrapan cuando está a metros de allí al grito de "Pendeja pelotuda". O sea que en ninguno logra la huida. De todos modos, los peores son los que ocurren en espacios cerrados (micro, casa), porque no solo no logra huir sino que el sueño acaba cuando está a punto de ser atrapada.

II.
Una adolescente descubre incripciones en unos libros usados de la biblioteca íntegra que recibió como regalo. En esos libros de civilizaciones antiguas de 1º año del secundario, otra adolescente pide ayuda. Sus padres se están por separar, dice, no puede dejar de estar triste, dice, no sabe qué hacer de su vida, qué va a ser de su vida, dice, no se imagina cómo será todo de ahí en más. Las anotaciones tienen fecha y hora, del año 1974. La adolescente heredera de esos libros los lee en 1986, y como encuentra en esas anotaciones reflejos de su propia situación, le responde. Al tiempo empiezan a llegarle las respuestas, y los sueños.

III.

Una anciana recibe cada noche la visita de sus seres queridos. Con todos la une un mismo lazo, afectivo y sanguíneo: son personas que estuvieron con ella en su infancia y en su juventud. Todos acuden por la noche, todos se quedan a tomar el té y a dormir, todos están muertos. Por la mañana, como la señora no encuentra a sus visitas, recorre el barrio en su busca. La chica de la panadería de la esquina se pregunta si la muerte llegará así para todos, con emisarios queridos que lentamente lo van convenciendo a uno de que todo ese tiempo no hizo más que extrañarlos y querer estar con ellos (la chica tiene pensamientos oscuros desde que recibe respuestas de otro tiempo a través de cartas y sueños). Por la noche, la anciana prepara el té y algo de comida y se viste con sus mejores ropas para sus muertos queridos.

jueves, 11 de septiembre de 2008

Como Madame Bovary

Como Madame Bovary todos tenemos un amante por ahí,/ como Madame Butterfly, todos tenemos un suicidio en stand by./ Como Madame Pompadour, ya no queremos continuar en este tour./ Como Madame Recamier, nadie se acuerda del periódico de ayer./ Esta ostentación grandilocuente,/ napoleónica y mayúscula/ no exige responsables y pagamos y pagamos./ Y no existe algún veneno para ratas/ que aprovechan su gobierno/ para hacer los agujeros que pagamos y pagamos.../ Como Madame Bovary todos tenemos deudas con el fmi./ Como Madame Butterfy, te jode un gringo y no te dice ni good by./ Como Madame Pompadour, tanta miseria nos da un toque de glamour./ Como Madame Recamier, al más payaso le decimos "canciller"./ Esta desmesura prepotente/ monolítica y nefasta/ no merece comentarios pero el precio/ que pagamos es tan alto/ que la deuda, esa no nos la acabamos/ y pagamos y pagamos.../ Esta desvergüenza chabacana/ delirante, analfabeta, desquiciada, sanguinaria,/ maquiavélica, grotesca, perfumada y apestosa/agachada,/ antropófaga, violenta que aguantamos y aguantamos.../ Y aguantamos y aguantamos y aguantamos.../ Hasta que ya no aguantamos más/ y que se vayan a la puta madre que los recontramilreparió.

Liliana Felipe

lunes, 8 de septiembre de 2008

Cuento con tías

Todo era una gran equivocación. Estaba segura, era eso, tenía que ser eso y en cualquier momento aparecería alguien o algo diciendo que era un error, persona o señal, no importaba, pero eso no debía estar pasando. Por empezar esa mujer era un error, no podía ser ella, no así tan de blanco, tan tranquila, tan cara de paz, ella que no conocía la paz ni de los domingos ni de la vejez. No, no era ella. Pero bueno, de qué asombrarse si hacía rato que no era ella después de todo, que venía siendo tan no ella desde esos olvidos, desde esa tristeza y ese cansancio que se le habían instalado, justo a ella que despreciaba la tristeza y el cansancio casi tanto como los chismes de barrio, como a las comadres de barrio, o como a las viejas que se la pasaban en la iglesia. Porque no me gusta la gente vieja, había dicho. Ah, mirá qué bien, ¿y vos qué te pensás que sos, joven?. Y claro que lo pensaba, y claro que lo era, si siempre lo fue, cuando jugaba a esconder las cosas o cuando se peleaba con los nenes de 3 años (primero sobrinos, después nietos, luego bisnietos, qué más da si la pelea era siempre la misma) hasta hacerlos llorar. Pero ahora no, ahora parecía una señora, seria y todo, tan en paz en esa cara, en esas manos cruzadas, y es cierto que ya no parecía joven. Habia envejecido de golpe. Fue cuando la tristeza y el cansancio. Sí, fue cuando eso, porque lo de los olvidos a todos les puede pasar, y al principio hasta creí que era otra de sus bromas, hacerse la que se olvidaba de las cosas, si había sido uno de sus chistes habituales. Pero últimamente venía siendo distinto. La cara. La cara era distinta, la cara había cambiado. Se olvidaba y la cara ya no delataba picardía como antes sino desconcierto y seriedad, y ya no respondía con entusiasmo a mis puteadas como antes, cuando competíamos a ver quién de las dos sabía decir más guarangadas, quién puteaba más a la otra. Ahí empezó a cambiar.
Creo que fue desde que empezó con las bromas macabras. Como la de aparecerse a las 3 de la mañana a golpear las manos en la casa del primo para preguntar por la abuela muerta hacía más de 40 años, para preguntar si estaba ahí esa abuela que nunca se habia movido de la provincia, pero que en su afiebrada mente estaba en su casa de visita. O la otra, la de confundir al sobrino con el hermano muerto cuando eran jóvenes. Un día me lo contó y creo que fue esa vez que intuí que ya no era ella, que todo era un error que llevaría a este otro error, cuando me dijo que se puso tan triste porque pensó que era su hermano y no era, y que ella pensaba siempre en el hermano que era tan joven cuando murió y que le agarraba tanta tristeza, porque estaba tan sola, porque la vida era tan triste, sin madre, sin hermano, con tantos muertos a los ochentipico...
Error. Equivocación. Decírselo. Sí. Pero no, porque está ahí recostada, tan seria, tan señora, tan en paz que no da decirle eso que estamos pensando, que todos pensamos y algunos dijimos viendo su metro cincuenta y la medida de ese cajón estándar, Vieja, te queda grande la pilcha, y empezar a reírnos bajito no sea cosa que la familia más lejana se ofenda o vaya a creernos unos desalmados que no respetan ni a sus muertos. Y hay que aguantarse y ahogar las risas, y juntar mocos y sollozos otra vez, porque vemos que no es ella, que no puede ser esa mujer de ahí, porque no llega nadie ni nada a decirnos lo de la equivocación. Pero de pronto ocurre, y es ella la que no se aguanta y se ríe ahora. Porque resulta que ahí la vemos y de pronto es otra vez ella, vemos que se estuvo aguantando todo el tiempo pero no da más y se ríe, tan ella, Boludos, diciendo, mirá cómo lloran esos boludos, si serán giles para llorar así, flor de pelotudos llorando, miralos, si serán boludos, miralos, cómo lloran, cómo están llorando esos pelotudos.

sábado, 6 de septiembre de 2008

Aspectos positivos de la lluvia

-tirarse a ver las pelis acumuladas luego de meses de bajada indiscriminada en el E-mule (abstenerse si la lluvia te pone sensible y una de las de la lista de espera es "Las horas")
-comer en la cama sin culpa y con migas (mejor todavía con el pijama puesto y si no tuviste que levantarte más que para procurarte comida y tener el/los control/es remoto/s a mano)
-amagar con hacer ese bizcochuelo con fecha de vencimiento en el día (siempre faltará manteca y/o azúcar y/o huevos y/o tortera y/o vecino a quién pedirle algo de todo esto)
-empezar a bajar fotos a cds y abandonar a los 5' (era tan lindo ese lugar al que nunca volverás, te quedaba tan pero tan lindo ese color en la piel, esa sonrisa de tonta, ese muchacho que te abrazaba)
-salir a la calle a adivinar qué baldosas están flojas (juego al que estás condenado a perder o a ganar, según como se entienda el hecho de que todas lo están o todas las que pises lo estarán)
-mirar cómo el color gris cambia el aspecto de las casas y de las personas (a algunas casas les sienta bien, sobre todo las de color amarillo estridente que en días como estos serían unos desubicados, y a algunos señores a quienes el color gris también los mejora a punto tal de convertirse casi casi en desubicados)
-llorar por la calle sin que las personas te miren con lástima (ya sea porque las lágrimas pasan fácilmente por lluvia en estos casos o porque la gente se ocupa más en no mojarse que en compadecerse de sus llorosos semejantes en ocasiones tales).

martes, 2 de septiembre de 2008

Last night

Quería haber estado en ese lugar antes, pero por esas cosas que nunca sé bien cómo ocurren, esa vez también llegaba tarde. La diferencia es que me encontraba con alguien en el camino, y ese o esos alguienes eran de la familia, y el camino era largo y en ascenso, y con vericuetos, asi que cuando lograba llegar ya había unos cuantos reunidos en la casa de otro alguien que también es de la familia. Como tenía llaves del lugar, entré mientras escuchaba sus voces que hablaban de Barthes y de los textos de placer y de los textos de goce, de sujetos textuales y sexuales, y a medida que escuchaba me preguntaba y me enojaba por no haber estado ahí antes, hasta que descubría algo más. No era que yo había llegado tarde, sino que ellos se habían dado cita antes. Entonces me volvía a enojar, porque cómo se atrevían a encontrarse antes y sin mí, para hablar de cosas que saben que me interesan, pero luego descubría, otra vez, algo más. Descubría que entre ellos estaba El Señor Mayor Con El Que A Veces Sueño y eso me llenaba de desilusión porque quería decir que también él me había dejado de lado, que también él se había perdido de deslumbrarse ante mi lectura de textos que son de placer y textos que son de goce, de deslumbrarse hasta el goce en el sentido barthesiano, perderse, desacomodarse, vacilar en sus fundamentos históricosculturalespsicológicos y todo eso, y más.

sábado, 23 de agosto de 2008

En la fecha

Solo de ti, lleno de ti,
esta tarde a las 7,
el ciudadano de tu ausencia
se palpaba la cara, la voz, los papelitos,
deveras comprobando
que tus ruidos andaban por sus huesos
y en general te habías ido.

Golpeó puertas, teléfonos.
La gran ciudad estaba equivocada sin tu pelo, señora,
y él sentía tirones detrás del corazón.
A lo mejor era el tabaco,
de todos modos yo soy otro:
un pedazo de ti,
alguien a quien castigan puertas, ruidos, teléfonos,
y, andá a saber por qué,
toda la parentela de la muerte.

Juan Gelman, "El juego en que andamos".

miércoles, 13 de agosto de 2008

Chiquiteces

Cuando era chica escribía en cuadernos de frases y tapas duras y creía que un día alguien los iba a encontrar y a salvar del incendio y de las ruinas y así mi obra se iba a publicar de forma póstuma. Cuando era chica tenía otro cuaderno con recortes de los Beatles (que hacía rato no existían) y los graffitis del mayo francés y cosas sobre el movimiento hippie (que también hacia rato que no existían (está claro que siempre fui de llegar tarde a todos lados o de vivir casi todo a destiempo)). Cuando era chica pensaba como el Quijote en lo que iría a decir de mí el que escribiera mis aventuras. O jugaba a adivinar lo que había sentido la chica que escribía en los márgenes de los libros de Historia usados que me traía la abuela. O a que yo era esa chica, siempre tan triste y tan de escribir en los márgenes de libros que estaba triste. Después me enamoré de un hippie azul y de Pizarnik, y así seguí siendo chica muchos años más, hasta hace un rato o hasta recién nomás que se me fueron las ganas de jugar o de enamorarme o de escribir en cuadernos o en márgenes azules.

lunes, 11 de agosto de 2008

Azules turquesas










girar y girar envuelto en tu cuerpo
de tu luz que da azules turquesas
el viento traerá de frío mi río
y los días van otoño invierno
una flor caerá desdibujándote
no sabré explicar que amarte es esto
ya sabés mi amor busco mi canción
sin querer me voy sin mirar me voy

Lisandro Aristimuño

domingo, 10 de agosto de 2008

Regresos

A tiempo para los regresos y las redenciones (desde dónde, hacia dónde, para qué). Siempre regresar (desde dónde, hacia dónde, para qué, mejor confundir el lugar de origen con el de destino y hacer como que se regresa o algo o nada) para poder seguir, para poder hacer como que se sigue y ya, discurrir sin más hasta la nueva partida (desde dónde, hacia dónde, para qué). Pasaje a lo que no es, a lo que no fue ni será, pasaje hasta donde mis pies y luego siempre mi sur y su paredón y su después y luego siempre mi voz y sus silencios y luego nunca la tuya pero pasaje al fin (desde dónde, hacia dónde, para qué a lugares que nunca van por tus pasos).

sábado, 19 de julio de 2008

Eu resisti ao canto das sereias...



Porto Alegre - Adriana Calcanhotto

Amarrado num mastro/ Tapando as orelhas/ Eu resisti/ Ao encanto das sereias/ Eu não ouvi/ O canto das sereias/ Eu resisti/ Mas chegando à praia/ Não fiz nada disso/ Então caí/ Nos braços de Calipso/ Eu sucumbi/ Ao encanto de Calipso/ Não resisti...

miércoles, 16 de julio de 2008

Primera versión

narrar marrar errar
narrar nadar nada nada
fluir de la conciencia ríos redes
y de nuevo las amarras las hamacas las palabras
atacan envuelven devuelven
sirena o circe o calipso
del errante el perdido el náufrago el rescatado
sirena o circe o calipso
y narrar marrar errar
narrar nadar
nada
nada

sábado, 5 de julio de 2008

Ir y volver e ir y volver e ir

Ir y volver e ir y volver e ir y volver e ir y así transcurro discurro me escurro estás hecha un trapo nena todo el día de acá pa'llá de allá pa'cá cama baño cocina compu cocina compu calle bondi laburo bondi otro laburo bondi casa de madre de primas de amigos bondi casa clase bondi ensayo bondi casa cocina compu cocina compu cama otros mundos y siempre ir y volver e ir y volver e ir Lanús Banfield Lomas Llavallol Lomas Banfield Lanús Villa Crespo Lanús Corrientes y Callao Zivals el Perseguidor 37 su ruta
Y adentro ir y volver e ir y volver e ir cama viaje pelis viaje brolis viaje blogs viaje ir y volver e ir y volver de adentro hacia afuera de afuera hacia adentro escritura escrituras otros mundos personas boletos para pasear por mí ir y volver e ir y volver e ir


sábado, 21 de junio de 2008

21 de junio

parece ser que llegó

derrumbada
derrotada
derrocada
derrapante
quedó
toda esperanza falsaria
que algo le pasara en el camino
algún accidente
olvido o distracción
de último momento

hoy empieza el invierno
escriben escolares devotos
de cuadernos de hojas lisas
y ya no hay mapas ni planos ni planes
de los lugares por los que anduvimos
veredas que siguieron tus pasos
persianas que apoyaron tus huesos y los míos
cuando éramos esquinas o paradas de colectivos
bocas de subterráneos en que nos devorábamos
calles que nos atravesaban
lugares que supimos ser
ya no hay todo lo que fuimos
ni qué hacer conmigo
adónde llevarme ahora
que el frío ya me asfalta

jueves, 19 de junio de 2008

Me acordé del tío Julio

Y porque toda cita es una elección, una selección, un recorte, elijo, selecciono, recorto, palabras que me dicen, que me hablan, que dicen por mí, que justifican la poca simpatía que le tengo al frío, la predilección por el verano y climas afines (y de alguna manera estaré justificando la huida, por fin, o el perseguir soles, esta vez, y no lunas).



-"El frío complica siempre las cosas, en verano se está tan cerca del mundo, tan piel contra piel"

-"El otoño es un ponerse y sacarse pulóveres, irse encerrando, alejando".

("No se culpe a nadie", en Final del juego).


sábado, 7 de junio de 2008


Alcanza la tibieza primordial
luego vuelve
otravezsiempre
al lugar donde se ocultaron
las lágrimas.

lunes, 2 de junio de 2008

Uruguayeces (y III)

Tú siempre dando la nota, la señorita cantante...

Fernando Cabrera + Ana Prada :: Dulzura distante

miércoles, 28 de mayo de 2008

debo decir
debo decir
como es posible
estar así colgada
apenas
soste
nida
de u
na
pa
la
bra
cuál

jueves, 22 de mayo de 2008

Uruguayeces II

Qué bueno volver a ver "La matinée", por más que esta vez no fuera en un tablado, en Montevideo, en carnaval, como corresponde. Pero el otoño porteño tiene lo suyo y por ahí hasta logró que por una hora y algo, viendo (y escuchando!) a esos hombres bien pudiera creer aquello de que "De nuevo los murgueros se juntaron/los cantos inmigrantes se mezclaron/los hombres con la noche se casaron/para ver bien de al lado/qué hay detrás del antifaz"*. Y ser feliz, y todas esas cosas.


*Edu Lombardo, "La gran Muñeca", 1996.


Uruguayeces

La expansión oriental no tiene límites. Y no estoy hablando de Japón. Estoy hablando de Uruguay. Y no estoy hablando de papeleras ni nada que se le parezca. Hablo de esa tendencia a adjudicarse el origen de ciertos emblemas de los que Gardel y el dulce de leche son solo ejemplos. Ya sé que no vengo a descubrir nada, y hasta debo confesar que para una admiradora de la música y la literatura uruguaya este rasgo resultaba ya a esta altura de la vida menos indignante que simpático. Quiero decir, ese afán de "penetración cultural uruguaya" (como dijo un amigo cuando le preguntaron qué le había parecido el libro que le regalara otro amigo, montevideano: "Es un policial, está bueno, pero lleno de datos sobre Uruguay y Gardel que... no sé bien, me da desconfianza, ¿viste que ellos hacen una especie de penetración cultural de lo uruguayo cada vez que pueden?"). Pero bueno, todo tiene un límite. Así que más allá de Onetti, la murga uruguaya, la Malena Muyala, me dio "cosita" ver la semana pasada en la ya definitivamente for export peatonal Sarandí, postales tangueras con la inscripción "Montevideo, cuna del tango" (bueno, está bien, a lo mejor era una alusión al Gardel tacuaremboense y en ese caso no estariamos ante nada nuevo). En fin, conté hasta diez y seguí de largo.
La siguiente vez no pude contar hasta diez y (por suerte) mi explosión fue una carcajada larga, muy larga y una risa de varios minutos que acompañó nuestro interlocutor. El tipo (responsable en ese momento de una institución pública que ofrece un archivo muy interesante para copiar voces de escritores, políticos y figuras destacadas del SXX) era uno de esos uruguayos verborrágicos, simpático y con inquietudes e intereses de lo más variado. Ya nos había comentado sobre el nuevo espectáculo de "Queso magro", sobre qué playa era la mejor para asistir a la fiesta de Iemanjá, a qué murga no podíamos dejar de ver esa noche, qué actitud tomar ante el conflicto por las papeleras, etc. etc., cuando comenzó a hablar de una serie de investigaciones que estaban por ser publicadas. En este punto pensé: "Bueno, era inevitable, ahora va a intentar convencernos de que Gardel nació en Tacuarembó". Y si bien algo tenía que ver Gardel en todo esto, el punto no era Gardel, sino el supuesto padre. Hombre de una vida muy interesante y digno de ser el protagonista de una novela (en palabras de nuestro anfitrión), el coronel Escayola al parecer tuvo tiempo para todo. Fue militar, participó de la Guerra de la Triple Alianza, fue el hombre fuerte de Tacuarembó, se casó con tres hermanas al tiempo que mantenía relaciones con la madre de estas mujeres, tuvo amoríos con cuanta mina se le cruzó en el camino y algo así como 50 hijos (entre los que estaba Gardel, por supuesto, no se iba a privar de decirlo). Nada extraño, si pensamos en la vida de Urquiza o tantos otros caudillos. El caso es que además el tal Escayola era un hombre muy culto, y solía ir al teatro cada vez que podía: viajaba a Montevideo, a Europa y a EEUU. Su afición por el teatro lo llevó a construir uno en Tacuarembó, en aquella época. Hasta acá todo más que interesante en el discurso de nuestro amigo, pero yo ya estaba rogando que retomara el hilo cuando lo hizo solito. Las últimas investigaciones sobre la vida de Escayola, nos contó, se centran en el período de su viaje a EEUU y hay varios documentos, datos y testigos que llevan a "sospechar" (no usó esta palabra, pero siento que cometo un sacrilegio si transcribo el verbo que él usó, que es "afirmar") que sería padre de nada más y nada menos que de... Frank Sinatra. Sí, tal como lo leen, dijo "Frank Sinatra", así, muy serio, y muy suelto de cuerpo, el tipo. En esta parte fue la explosión de mi risa, (y que me perdonen Galeano, Fernando Cabrera, Jaime Roos y tantos otros uruguayos amados pero mi risa en ese momento fue de indignación, algo asi como un "Andáááá..." muy pero muy largo) que él no pudo más que acompañar unos cuantos minutos (todo lo que me duró, o sea hasta que nos despedimos).
Cuando me fui de ahí me seguí riendo, pero unos días después me puse a pensar con alarma en quiénes serán los próximos objetos de apropiación (y por ende, medio hermanos de Gardel), y se me ocurrió, por ejemplo, John Lennon. Hijo de madre soltera, se sabe que su padre era un marino que lo quiso ver cuando triunfaba con los Beatles, pero pudo ser solo un oportunista y el verdadero padre, Escayola. ¿Acaso no viajaba con frecuencia a Europa? (sí, sí, está el inconveniente de las fechas pero ya alguno se las va a ingeniar para decir que en realidad para 1940 , con casi 100 años, el coronel seguía vivo y dándole hijos ilustres al mundo...).
Como esta idea me asustó muchísimo (¿hasta dónde piensan llegar los del paisito?), no quise seguir con el tema, pero que no les sorprenda si en los próximos tiempos nos enteramos de que también son hijos del Coronel Escayola:
Edith Piaf
Vinicius de Moraes
Billie Halliday
George Brassens
Janis Joplin
...
¿Se les ocurre alguien más? Imagino que sí, pero mejor no completar la lista, no sea cosa que estemos dando ideas y no lo sepamos.

(marzo de 2007)

sábado, 10 de mayo de 2008

Castigos

Como si tuviera la culpa de algo, el castigo. Como esos chicos que por morir de vergüenza solamente al pensar en estar frente a un montón de personas en un cumpleaños, llegan a la puerta y se van.
Y no entran.
Y no entré.
Otra vez.
Como si no hubiera crecido o como si al excluirme me estuviera castigando o como si quisiera inspirar compasión o simpatía o qué.
Todo sería más fácil si.
Pero no.
No.
Nunca nada es como uno pensaba.

domingo, 4 de mayo de 2008

Posibilidades

O escribir para que las palabras sean las que viajen (ya que no podés/querés/te animás a hacerlo, maldito cobarde. Sería algo así como escribir para luego "arrojar el mensaje y que se lo lleve de equipaje una botella al mar de tu incomprensión", como diría un gallego que no es gallego).
Es otra posibilidad.
Por suerte siempre nos queda Pizarnik.

Para reconocer en la sed mi emblema
para significar el único sueño
para no sustentarme nunca de nuevo en el amor
he sido toda ofrenda
un puro errar
de loba en el bosque
en la noche de los cuerpos
para decir la palabra inocente

(Los trabajos y las noches).

viernes, 18 de abril de 2008

En qué ciudad debería vivir


Resulta que andaba aburrida y encontré online uno de esos tests y... ¿a qué no saben?

What City Should You Live In?

You should live in Paris. The city of lights will appeal to your appreciation of beauty and romance. You are a lover and a poet by nature, and Paris' sensitive charms will be a perfect match for yours.
Find Your Character @ BrainFall.com

domingo, 13 de abril de 2008

Esquadros

Eu ando pelo mundo/ E os automóveis correm para quê?/ As crianças correm para onde?/ Transito entre dois lados de um lado/ Eu gosto de opostos/ Exponho o meu modo, me mostro/ Eu canto para quem?/ Eu ando pelo mundo e meus amigos, cadê?/ Minha alegria, meu cansaço?/ Meu amor cadê você?/ Eu acordei/ Não tem ninguém ao lado.


Blogger


Hace más de un año que soy lectora de blogs. Confieso que si bien algunos me llamaron la atención, la curiosidad fue superada por la impaciencia en la mayoría de los casos, y rápidamente fui abandonando mis descubrimientos (salvo dos que leo con voracidad y adicción aun hoy). Lo que nunca pensé es que yo iba a armar un blog. ¿Desde cuándo este ser atrapado por la red exhibicionista, este exhibirse en medias red, in media res, por la red de redes? ¿Acaso hay algo para decir, acaso tengo algo para decir? Esto es un experimento, me repito, de laburo. Ah, cierto. Laburo. Bueno, y ya que lo tenemos, lo aprovechemos (como les gusta decir a algunos cordobeses, anteponiendo el pronombre al subjuntivo) y hagamos lo que nos venga en gana. Después de todo, puede seguir funcionando como nació, cuaderno de bitácora y ya, tal vez a la espera de que en algún momento ocurra ese milagro llamado literatura.

Por ahora eu ando pelo mundo prestando atenção em cores que eu não sei o nome...


domingo, 6 de abril de 2008

¿La literatura como viaje o como excusa para viajar? ¿Leemos para viajar? ¿viajamos para escribir? ¿armar la historia con retazos, con folletos, con los ticket to ride usados que nunca tiramos? ¿armar la historia como un diario de viaje a lugares ansiadosimaginadossoñados? ¿vistosentrevistosintuidos? ¿armar la historia? ¿armamos la historia? Como un delincuente, como un investigador en busca de una pista, espié tu ciudad por una ventana. Contemplé las huellas, las esquinas, las vidrieras, las avenidas, las personas, como si eso me fuera a devolver una respuesta, como si eso me fuera a revelar una mirada, una inflexión de tu voz, como si eso secretamente pudiera hablarme con tu voz y decirme que estuviste por ahí, y ya con eso ser tontamente feliz.

Todo relato no es más que la narración de un viaje o de un crimen

"Si uno habla de modelos tiene que decir que en el fondo todos los relatos cuentan una investigación o cuentan un viaje. Alguien, por ejemplo, cruza la frontera, alguien pasa al otro lado. Por eso Godard decía que Alphaville y Río Bravo, de Hawks, eran la misma película. Yo diría que el narrador es un viajero o es un investigador y a veces las dos figuras se superponen. Me interesa mucho la estructura del relato como investigación: de hecho es la forma que he usado en Respiración artificial. Hay como una investigación exasperada que funciona en todos los planos del texto.

Quizá por eso produzca ese extraño efecto de intriga y de suspenso.

Quizá. Yo digo que en ese sentido es una novela policial. En definitiva, no hay más que libros de viajes o historias policiales. Se narra un viaje o se narra un crimen. ¿Qué otra cosa se puede narrar?"

(Piglia, Ricardo. Crítica y ficción, Anagrama, Bs. As., 2001, pág. 16.)

sábado, 22 de marzo de 2008

Tren de colores

Y para viajar, nada mejor que en este tren...
(y si fuera posible, con Teu cabelo preto, explícito objeto, castanhos lábios ou pra ser exato lábios cor de açaí).


Trem Das Cores

A franja da encosta/Cor de laranja/Capim rosa chá/O mel desses olhos luz/Mel de cor ímpar/O ouro ainda não bem verde da serra/A prata do trem/A lua e a estrela/Anel de turquesa/Os átomos todos dançam/Madruga/Reluz neblina/Criança cor de romã/Entram no vagão/O oliva da nuvem chumbo/Ficando/Pra trás da manhã/E a seda azul do papel/Que envolve a maçã/As casas tão verde e rosa/Que vão passando ao nos ver passar/Aos dois lados da janela/E aquela num tom de azul/Quase inexistente azul que não há/Azul que é pura memória de algum lugar/Teu cabelo preto/Explícito objeto/Castanhos lábios/Ou pra ser exato/Lábios cor de /Açaí/E aqui trem das cores/Sábios projetos/Tocar na central/E o céu de um azul/Celeste celestial

domingo, 9 de marzo de 2008

-También las ciudades creen que son obra de la mente o del azar, pero ni la una ni el otro bastan para mantener en pie sus muros. De una ciudad no disfrutas las siete o las setenta y siete maravillas, sino la respuesta que da a una pregunta tuya.
-O la pregunta que te hace, obligándote a responder, como Tebas por la boca de la esfinge.

(Ítalo Calvino, Las ciudades invisibles)
El viajero sabe desde chico que va a ser viajero. Algunos porque desde temprano tienen sueños inequívocos como cruzar rutas, mares y cielos; otros porque desde chicos aprenden a soñar otras vidas y otros mundos a través de historias de ficción. Y tal vez sea eso lo que más tarde los llevará a buscar esas otras vidas y esos otros mundos. En esa búsqueda hay quienes seguirán leyendo como en predestinación divina y fatal, hay quienes caerán en las fascinantes redes de las palabras y la escritura y hay quienes intentarán agotar geografías y mochilas. Claro que es posible hallar combinaciones de todo esto: están los que leen y viajan también físicamente, y los que leen y escriben (porque todos los que escriben leen pero no todos los que leen escriben). Y está también la especie más terriblemente atractiva para las personas débiles como una, que es la que combina las tres. En esa combinación, muchas veces contradictoria, está el viajero.
El viajero sabe que no quiere ser turista pero también es consciente de que está de paso.
El viajero ama las diferencias, pero una emoción indescriptiblemente bella se apodera de él cuando descubre lugares o personas en los que se reconoce de inmediato.
El viajero sabe que a algunos lugares no podrá volver (porque ya no será el mismo, ya no será lo mismo, porque prefiere el recuerdo a la desilusión), pero se hace el tonto y comienza a planear, aun antes de irse, regresos y reencuentros imposibles.
El viajero persigue geografías, pero sobre todo olores y sabores, colores, sonidos, gestos, ondulaciones, y esa ceremonia íntima que si está en un día de suerte, le será revelada por algún personaje local. Sí, el viajero persigue geografías, pero sobre todo busca personas.
En cuanto a mí, sí, es cierto, persigo todo eso. Pero además sigo a la luna.

jueves, 28 de febrero de 2008

El catecismo de Mr Joyce


“Qué especiales afinidades le parecía haber entre la luna y la mujer?


Su antigüedad en preceder y sobrevivir a sucesivas generaciones telúricas: su predominio nocturno; su dependencia satélica: su reflexión luminar: su constancia bajo todas las fases, elevándose y poniéndose a las horas fijadas, creciendo y menguando: la forzosa invariabilidad de su aspecto: su respuesta indeterminada la interrogación inafirmativa: su poder sobre las aguas afluyentes y refluyentes: su capacidad de enamorar, de mortificar, de revestir de belleza, de enloquecer, de incitar y ayudar a la delincuencia: la tranquila inescrutabilidad de su rostro: la terribilidad de su proximidad aislada dominante implacable resplandeciente: sus presagios de tempestad y de calma: el estímulo de su luz, su movimiento y su presencia: la admonición de sus cráteres, sus áridos mares, su silencio: su esplendor, cuando visible: su atracción, cuando invisible”.


(Cap. 4, 2° Parte, Ulises).