sábado, 23 de agosto de 2008

En la fecha

Solo de ti, lleno de ti,
esta tarde a las 7,
el ciudadano de tu ausencia
se palpaba la cara, la voz, los papelitos,
deveras comprobando
que tus ruidos andaban por sus huesos
y en general te habías ido.

Golpeó puertas, teléfonos.
La gran ciudad estaba equivocada sin tu pelo, señora,
y él sentía tirones detrás del corazón.
A lo mejor era el tabaco,
de todos modos yo soy otro:
un pedazo de ti,
alguien a quien castigan puertas, ruidos, teléfonos,
y, andá a saber por qué,
toda la parentela de la muerte.

Juan Gelman, "El juego en que andamos".

miércoles, 13 de agosto de 2008

Chiquiteces

Cuando era chica escribía en cuadernos de frases y tapas duras y creía que un día alguien los iba a encontrar y a salvar del incendio y de las ruinas y así mi obra se iba a publicar de forma póstuma. Cuando era chica tenía otro cuaderno con recortes de los Beatles (que hacía rato no existían) y los graffitis del mayo francés y cosas sobre el movimiento hippie (que también hacia rato que no existían (está claro que siempre fui de llegar tarde a todos lados o de vivir casi todo a destiempo)). Cuando era chica pensaba como el Quijote en lo que iría a decir de mí el que escribiera mis aventuras. O jugaba a adivinar lo que había sentido la chica que escribía en los márgenes de los libros de Historia usados que me traía la abuela. O a que yo era esa chica, siempre tan triste y tan de escribir en los márgenes de libros que estaba triste. Después me enamoré de un hippie azul y de Pizarnik, y así seguí siendo chica muchos años más, hasta hace un rato o hasta recién nomás que se me fueron las ganas de jugar o de enamorarme o de escribir en cuadernos o en márgenes azules.

lunes, 11 de agosto de 2008

Azules turquesas










girar y girar envuelto en tu cuerpo
de tu luz que da azules turquesas
el viento traerá de frío mi río
y los días van otoño invierno
una flor caerá desdibujándote
no sabré explicar que amarte es esto
ya sabés mi amor busco mi canción
sin querer me voy sin mirar me voy

Lisandro Aristimuño

domingo, 10 de agosto de 2008

Regresos

A tiempo para los regresos y las redenciones (desde dónde, hacia dónde, para qué). Siempre regresar (desde dónde, hacia dónde, para qué, mejor confundir el lugar de origen con el de destino y hacer como que se regresa o algo o nada) para poder seguir, para poder hacer como que se sigue y ya, discurrir sin más hasta la nueva partida (desde dónde, hacia dónde, para qué). Pasaje a lo que no es, a lo que no fue ni será, pasaje hasta donde mis pies y luego siempre mi sur y su paredón y su después y luego siempre mi voz y sus silencios y luego nunca la tuya pero pasaje al fin (desde dónde, hacia dónde, para qué a lugares que nunca van por tus pasos).