(raro, loco, nuevo, indecible, indescriptible
y toda la trillada adjetivación, qué más da)
que es difícil escribirte sabiendo que no me podés leer?
¿Sabés que ninguna de las noches que pasé imaginándote
(imaginando cómo serías, cómo sería cuando nos encontráramos,
por qué cosas irremediables te amaría)
pudieron anticiparme siquiera que iba a ser tan así?
¿Sabés que sos tan lindo, que es tan lindo cuando me mirás
(remolinos de palpitaciones y luces multicolores,
fuegos artificiales por todo el aire)
que atravieso los días envuelta en esa mirada enormemente oscura?
Y no, no sabés, sos tan chiquito,
aunque a veces creo que sí
porque abrazás como sabiendo
porque me besás
con tus besos que llenan de baba de babia de vida.
Y no, no sabés, pero tampoco yo sé bien
qué es
por qué es que te quiero de esta forma
por qué me estremezco cuando me mirás
por qué tus manos
tu pelo tus orejas tus ojos tu boca tus mejillas tu mentón tu rodilla
tan diminutas de osito
provocan este torbellino de sensaciones
que se atropellan en mí,
qué cosas veo en vos
o por qué a veces me veo
en vos,
o a la gente que más quiero
en vos,
osito, dibujito
recienvenido
encantador de días.
