jueves, 9 de abril de 2009

Hard day's night

Y luego de un día que empezó muy tarde porque te despertaste tarde porque te dormiste tarde, cerveza en el cuerpo y humo en el pelo, trayecto Almagro-Lanús y antes caminata ida- vuelta-ida de Gallo a Medrano y viceversa y antes parrillita en una vereda y antes cine en un shopping (no entiendo cómo llegaste hasta ahí) y antes Lanús, como ahora. Pero un poco menos perpleja, porque aún sin todo ese luego, y sin todo este luego que empezó muy tarde como decía recién, porque el día, porque dormiste, porque la cerveza, pero empezó y casi al anochecer de pronto el descubrimiento que roza la plenitud de comprobar que el cuerpo recuerda y que a veces esas combinaciones de acordes de tus dedos torpes en la guitarra suenan como canciones, por más que duelan las yemas y a veces escucharte, pero qué importa si después de todo (y no es ninguna revelación) hace rato sabés que cantar y tocar son las cosas que te llevan y te llenan, son las cosas que te hacen sentir que todo tiene por fin un sentido y acaso lo que realmente te hace más feliz

5 comentarios:

Eric dijo...

Qué importa el dolor en las yemas, si lo que importa es tocar.
Oh, sí, no soy músico pero conozco esa sensación.
Me gustó mucho el post, las palabras tienen una melodía propia, imposible no escucharlas al leer.

Lilainblue dijo...

Qué lindas palabras, Eric, qué lindo tenerte de visita por acá (la casa es chica y un tanto desolada, la tengo bastante descuidada últimamente, pero el corazón... ya sabés cómo sigue). Necesito hacerte una consulta acerca de bibliografía sobre el fenómeno blog (lo digo por el proyecto que tienen en marcha con Paula) que me interesaría incluir en uno de mis lugares de trabajo.
Saludito y muchas gracias por tu bellísimo comment.
L.

Eric dijo...

Ha sido un placer la visita, vendré más seguido por acá.
En cuanto a la consulta, por favor, adelante, mandame un mail nomás y te respondo.

Unknown dijo...

como se llega a los lugares que uno llega ? a veces con música , con los tendones gastados , a veces de las yemas nos crecen huevos y con la cascara rompemos el silencio entonces volvemos otra vez a la música que es donde siempre quisimos estar
que bueno rencontrarsse en el sentido ccibernetico y espiritual
saludos
breogam

Lilainblue dijo...

Me encantó esa idea de la música como el lugar donde siempre quisimos estar... Sí, es así, a diferencia de la dificultad para "volver a transitar lugares que anduvimos evitando" (me autocito, ja!), la música es el lugar del que nunca quisiéramos irnos, y al que siempre estaríamos llegando, en su defecto, ese espacio cálido que nos envuelve y nos devuelve siempre transformados.
Abrazo, lindo reencuentro,
L.