que me mira cada vez que paso con el 45.
Se supone que las casas no miran, es cierto,
pero sospecho que ésta mira porque recuerda
(y quién va a negar que las casas tienen memoria)
que me vio llegar y partir muchas veces
con sol y con lluvia
con alguien y con nadie
impaciente
tímida
zigzagueante.
La casa me recuerda
acaso más joven
acaso más feliz
y muchas veces perpleja
ante esa felicidad encontrada
en su terracita de verano
de fiestas de lesbianas
en la ochava de a dos cuadras
de final de inspección de cortinas de metal
o en la parte de abajo de la estación
donde el polaco Goyeneche cantó como nunca
Vuelvo al sur.
Yo también a veces recuerdo la casa
sobre todo cuando paso por la esquina con el 45
y siento que me mira como invitándome a bajar
o en días como hoy que tuve el impulso de llamar
al 4304-...., pero no sé qué diría
si me atendieran los fantasmas.
Será cuestión de no llamar
o de no tomar más el 45
o de no volver más al sur
aunque creo que eso está más que difícil.

Fotografía de Félix Monti de la película "Sur" (Fernando Pino Solanas, 1987).