
Qué bueno volver a ver "La matinée", por más que esta vez no fuera en un tablado, en Montevideo, en carnaval, como corresponde. Pero el otoño porteño tiene lo suyo y por ahí hasta logró que por una hora y algo, viendo (y escuchando!) a esos hombres bien pudiera creer aquello de que "De nuevo los murgueros se juntaron/los cantos inmigrantes se mezclaron/los hombres con la noche se casaron/para ver bien de al lado/qué hay detrás del antifaz"*. Y ser feliz, y todas esas cosas.
*Edu Lombardo, "La gran Muñeca", 1996.
3 comentarios:
Qué lindo blog!! Mentira, ni lo leí todavía, pero dejo este comentario para hacer bulto, dejando constancia de que lo mío es puro interés... Lili ayudame con mi relato!!
Chau, besos.
yo sí lo leí (comentario advenedizo) porque ando curioseando a los vecinos, ya que estrené casa
un placer leerla y saludarla
nos cruzamos
Gracias por los saludos, en un caso, y por los saludos y la lectura, en el otro. Yo también anduve curioseando el estreno de la casa, y viene bien, le diré.
L.
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