Siguiendo a la luna

sábado, 7 de junio de 2008

Alcanza la tibieza primordial
luego vuelve
otravezsiempre
al lugar donde se ocultaron
las lágrimas.

3 comentarios:

Arha dijo...: "alcanza la tibieza primordial..."

quiero que esa línea acompañe mi semana
gracias por brindarla...; 10 de junio de 2008, 18:10
Lilainblue dijo...: Gracias a vos... por pasar; 22 de junio de 2008, 23:00
Maxi dijo...: Hola, combina muy bien esas palabras con esa imagen cálida, hay muchos de los escritores que lees que conozco y son geniales...
un abrazo
maxi; 5 de julio de 2008, 20:45

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Chiquiteces

Cuando era chica escribía en cuadernos de frases y tapas duras y creía que un día alguien los iba a encontrar y a salvar del incendio y de las ruinas y así mi obra se iba a publicar de forma póstuma. Cuando era chica tenía otro cuaderno con recortes de los Beatles (que hacía rato no existían) y los graffitis del mayo francés y cosas sobre el movimiento hippie (que también hacia rato que no existían (está claro que siempre fui de llegar tarde a todos lados o de vivir casi todo a destiempo)). Cuando era chica pensaba como el Quijote en lo que iría a decir de mí el que escribiera mis aventuras. O jugaba a adivinar lo que había sentido la chica que escribía en los márgenes de los libros de Historia usados que me traía la abuela. O a que yo era esa chica, siempre tan triste y tan de escribir en los márgenes de libros que estaba triste. Después me enamoré de un hippie azul y de Pizarnik, y así seguí siendo chica muchos años más, hasta hace un rato o hasta recién nomás que se me fueron las ganas de jugar o de enamorarme o de escribir en cuadernos o en márgenes azules.

El descubrimiento de que la escritura es una actividad solitaria hizo que hace unos años dejara de escribir, convencida de que una persona con ineludible tendencia a la soledad sumada a una actividad tal era la más insoportable de las redundancias. Entonces me fui a jugar otros juegos, donde encontrarse, equivocarse, mirarse, hacerse, deshacerse, pero siempre con otros, era la condición necesaria y (casi) suficiente. Y no estuvo nada mal. Y no está nada mal. Pero pasa que a veces extraño, y tal vez por eso estoy acá. Para desempolvar un cuaderno de tapas azules con dibujitos. En esa época escribía cuentos y otras yerbas. Ahora no, o no sé. Cuadernito de bitácora, miscelánea o whatever, sólo sé que es escritura y por ahora con eso alcanza.